lunes, 23 de febrero de 2009

Proyecto que apunta a transformar el aceite comestible desechado en biodisel.

A partir de un curso de cooperativismo un grupo de estudiantes desarrolló un proyecto que apunta a transformar el aceite comestible desechado en biodisel.
Buenos Aires, febrero de 2009 (RIS-Argentina) Un litro de aceite puede contaminar hasta 500 mil litros de agua. O, en lugar de desecharlo por las cañerías, puede ser acopiado y transformado en energía. Es por eso que un grupo de ex estudiantes de la Escuela de Educación Técnica Nº 2 de Hurlingham, gestó una cooperativa para elaborar biodisel a partir de aceite comestible. Los ejes sobre los que se sostiene la propuesta son innovación tecnológica, trabajo social y bajo impacto ambiental.
La iniciativa se originó en el verano de 2006, luego de que los estudiantes en química se sumaran a un curso de cooperativismo dictado en la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). Allí, Hugo Capuya, encargado de las clases, comenzó a reunir a otros profesionales. Y desde la organización sindical obtuvieron un espacio en la cooperativa Aldo Pérez, en la localidad del oeste del conurbano bonaerense, para realizar las primeras prácticas.

En 2008, el proyecto de Biocoop terminó de consolidarse con el premio “Saber Cómo” otorgado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), con el que trabaja en conjunto para terminar de profesionalizar el proceso de producción. Sin embargo, el aceite que en un momento sirvió para freir las comidas de un restaurante, hoy ya pone en marcha el auto de quienes se asociaron a la cooperativa para comprar 20 litros mensuales.

“Desde un modelo de basura cero, logramos que los desechos de la industria gastronómica se conviertan en energía y sin generar ninguna sobra residual”, aseguró Hugo Capuya, coordinador del proyecto, ya que el 10 por ciento de aceite que no puede ser reprocesado es convertido en detergente.

“En principio, estamos en contra del biodisel que se produce a partir de oleaginosas. No alcanzaría toda la tierra productiva del mundo para cubrir la cuota de petróleo que se consume, y además se estaría dejando de producir alimentos. Esto es una solución local sustentable, que busca reducir los efectos que provocan las grandes empresas: la contaminación y la desocupación”, explicó Capuya.

Por eso, el diseño del proyecto toma en cuenta la inclusión social, desde los puestos de trabajo calificado que genera para estudiantes de escuelas técnicas, como para organizaciones sociales, asociaciones de vecinos, cooperativas de escuelas o personas particulares que se decidan a enfrentar la desocupación creando circuitos de recolección de aceite en los comercios locales, que según estudiaron desde la cooperativa, desechan 20 litros de aceite semanales.

Quienes se sumen al proyecto como acopiadores recibirían un pago. La retribución podría ser mayor si cuentan con un espacio donde el personal de Biocoop brinde una capacitación para que realicen una filtración gruesa del aceite, necesaria para que se comiencen los trabajos químicos.

Capuya indicó que “no hay nada que impida que el aceite utilizado en el ámbito doméstico se sume al acopio de los grandes comercios. Pero una familia tipo desecha un litro de aceite cada tres meses, por lo que la donación dependería de una fuerte conciencia ambiental, para la que no fuimos educados”.

“El proyecto es local, porque cada ciudad tiene una capacidad de reciclaje según la cantidad de habitantes”, indicó Capuya. Por eso, el INTI reconoció a la cooperativa como una Unidad Productiva Tipo para replicar en otras ciudades del país. Pero para esto, también se necesita de la voluntad política de cada municipio (por ejemplo, una ordenanza que obligué a los comercios a donar el aceite utilizado en lugar de tirarlo) y la cooperación de empresas que se decidan a emprender programas de Responsabilidad Social Empresaria, según el coordinador del proyecto.

Además, la iniciativa que apunta a producir “energía limpia” tomará una mayor relevancia en 2010, cuando entre en vigencia la ley 26.093 que obligará a los usuarios de automotores a tener en sus tanques un 5 por ciento de biodiesel o bioetanol.

Más aún, si se toma en cuenta que el nivel de producción alcanzado por Biocoop ya cuenta con capacidad ociosa, debido a que no se consiguen los litros necesarios de aceite. Con los canales de recolección suficientes, la cooperativa podría estas elaborando hasta 2 mil litros por semana para unos 4 mil automóviles. (Por Nahuel Lag)
CÓMO CONTACTARSE:

Biocoop
contacto@biocoop.com.ar

Fuente: Boletín risolidaria de Fundac. Telefónica.

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